Estrés y dolor de espalda

Estrés y dolor de espalda

Suele decirse que el estrés aumenta el riesgo de padecer dolor de espalda, cuando lo que realmente hace es influir más en la percepción del dolor que en el riesgo de que aparezca. Es decir, más que aumentar la probabilidad de que duela la espalda, el estrés hace que se perciba como más intenso el dolor. Probablemente se produce un doble mecanismo: el estrés puede alterar, aumentándola, la percepción del dolor. Algunos datos sugieren que el estrés puede provocar un aumento del tono muscular y facilitar la aparición de contracturas, aunque los estudios en los que se ha comparado la actividad eléctrica del músculo de pacientes estresados y no estresados […]