En primer lugar, es fundamental recordar que no debemos automedicarnos y que nuestro médico nos indicará la posología y la duración del tratamiento.
Aspectos como el tipo de enfermedad, tiempo de evolución (aguda, subaguda, crónica), edad del paciente, peso corporal, entre otros, permitirán ajustar la cantidad de medicamento y duración para conseguir la adecuada curación y disminuir el riesgo de los efectos secundarios.
En este sentido, la confianza, sinceridad y buena comunicación entre el médico y el paciente será indispensable para obtener los mejores resultados.