Las claves del éxito en los programas para recuperar la espalda

Como expertos en el tratamiento y la prevención de lesiones de la espalda, es ya sobradamente conocido en la actualidad que la clave para la recuperación de las dolencias de espalda es la actividad física. Lamentablemente, no siempre se consigue con ejercicios generalizados como pueden ser salir a caminar, ir a nadar o montar en bici. De hecho, muchas veces intentar realizar esas prácticas acaba generando más molestias de las que ya había en un principio.

Esta circunstancia también se da en actividades especializadas para la salud de la espalda en las que se trabaja de forma generalizada en sus participantes. Esta circunstancia podría dar una mala interpretación a la afirmación que hemos hecho al inicio del párrafo, pues alguien podría interpretar que lo que afirmamos en la Escuela Española de la Espalda es que las actividades físicas pueden ser malas para la espalda. Y no, todo lo contrario, son buenas. Pero hay que matizar que en esas actividades enfocadas de forma general no se respetan las características individuales de cada caso, como por ejemplo el tipo y zona de lesión, la evolución de la misma o las aptitudes físicas del sujeto. Y este es el verdadero motivo por el cual las personas con dolencias de espalda no son capaces de recuperarse.

Cualquier persona que desee recuperarse de una dolencia de espalda necesitará hacer actividad física, ya que en caso de un daño estructural de la musculatura de la columna será imprescindible para compensar ese déficit. Pero si para crear esa musculatura generamos una presiones que no pueda soportar en la zona sensible de la columna acabará generando más dolor y empeorando la lesión.

Para que usted pueda recuperar la salud de su espalda deberá pasar por tres estadios diferentes, que van reduciendo su nivel de especificidad en referencia a su espalda. El primer nivel es someterse a un programa de readaptación de columna vertebral, el segundo realizar actividades enfocadas a la salud de la espalda a nivel genérico -como pueden ser los programas de “espalda sana”- y para finalizar ejercicio general. En el primer estadio va a recuperar la salud de su espalda, en el segundo va a mantener la salud de su espalda y garantizar la correcta evolución de su musculatura y en el tercero va a mejorar la capacidad de su espalda para prevenir futuros episodios dolorosos.

La clave de los programas de readaptación de espalda es la individualización del programa. Es decir, que el programa se adapte a las necesidades de cada paciente y que la aplicación se ajuste a sus características.

Para poder ajustarse a la realidad de cada paciente se deben analizar los siguientes aspectos:

       Daño estructural de la columna

       Sintomatología

       Características y aptitudes físicas del paciente

       Evolución de la lesión en el tiempo

       Estilo de vida del paciente

Con todas estas informaciones es cuando realmente se puede diseñar un programa adaptado a la realidad de cada persona que le permita estabilizar su lesión, empezar a manejarla de forma correcta y poder enfrentarse a los retos de su día a día con la seguridad de que siempre está haciendo lo mejor para su columna.

La complejidad de estos programas requiere dos aspectos fundamentales. Primero, que los miembros del equipo deben pertenecer a los diferentes ámbitos de la salud para garantizar que se tiene acceso a las competencias necesarias para trabajar cada uno de los aspectos relevantes para la salud de la espalda de cada paciente. Además, deben estar supervisados en todo momento ya que los detalles pueden marcar la diferencia entre recuperarse o generar más dolor y/o lesión.

Andres Galmés
Director Técnico de la EEDE