Este estudio https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/33715099/ ha demostrado que el ejercicio físico disminuye la mortalidad en pacientes infectados por COVID-19 e ingresados en hospitales.
El síndrome respiratorio agudo por infección del coronavirus 2 (SARS-COV2) genera una enfermedad respiratoria severa con una mortalidad global entorno al 3%. En ausencia de tratamientos eficaces, y hasta que la vacunación eficaz y global sea una realidad, el control de los factores de riesgo resulta fundamental para mejorar el pronóstico de la enfermedad y tratar de disminuir el índice de mortalidad.
En este sentido, el Instituto Cardiovascular del Hospital Clínico San Carlos de Madrid ha desarrollado el estudio arriba indicado y publicado en la revista Infectious Diseases and Therapy. La investigación se ha realizado con 520 pacientes con edades comprendidas entre los 18 y 70 años que fueron hospitalizados por infección por COVID-19. Entre estos pacientes, los que practicaban ejercicio físico habitualmente tenían un riesgo de mortalidad del 1.8% frente al 13.8% que tenían las personas con un estilo de vida sedentario.
Visto estos resultados y otras investigaciones que van surgiendo, parece que el papel protector del ejercicio físico sobre la salud, disminuyendo la mortalidad por COVID-19 o como ya sabemos en la Escuela Española de la Espalda evitando los dolores de espalda, es incuestionable.