Resulta de vital importancia disponer de una cadera fuerte y estable para minimizar los riesgos en relación a la salud de nuestra columna vertebral, especialmente si ya padecemos alguna lesión lumbar. Partiendo de que la base de la columna vertebral está insertada en nuestras cadera, resulta sencillo interpretar que existe una relación muy importante entre ambas partes. En este post explicamos el rol que desarrolla la cadera en relación a los diferentes movimientos y posiciones, además de las interacciones con los siguientes segmentos corporales.
Diferenciamos en dos apartados las tracciones que puede recibir la columna lumbar y la interacción con la cadera con el fin de simplificar la explicación. Por una parte nos encontramos las tracciones que desarrolla la cadera en los movimientos de locomoción; como por ejemplo al caminar, correr o practicar ciclismo entre otra actividades equivalentes. En este caso estas tracciones generadas por una cadera débil y/o inestable generará una locomoción desordenada que provocará oscilaciones y tracciones excesivas en la columna lumbar. Incrementado así el riego de generar síndromes dolorosos lumbares entre otros y, en el peor de los casos, provocando o agravando lesiones ya existentes. Por otra parte, nos encontramos la cadera en un rol diferente; el de absorber las tracciones generadas por el tronco superior, por ejemplo en las tracciones de los brazos o los propios movimientos del tronco superior. Póngase como ejemplo el remo, cargar objetos o deportes que exigen rotaciones de tronco como el tenis entre otros. En este caso la función de la cadera es absorber las cargas del tronco superior y confirmar la estabilidad del tronco lumbar y así asegurar que no recibe oscilaciones o presiones que lo puedan dañar.
En este vídeo el director Técnico de la Escuela Española de la Espalda (EEDE), Andrés Galmés, explica cómo hacer correctamente unos ejercicios que os pueden ayudar a conseguir una cadera fuerte y estable.