Cómo cuidar la espalda después de una operación

Desde que el cirujano da el alta, es necesario adoptar las mismas medidas de prevención que quienes nunca han sido operados. Es necesario practicar ejercicio físico, tener una actitud activa, buena higiene postural y actitud general saludable.

Los estudios científicos indican que el ejercicio es eficaz para disminuir el riesgo de que aparezcan dolores de espalda, así como para mejorar el dolor y el grado de movilidad y autonomía entre quienes ya lo padecen.

El ejercicio permite mejorar la potencia, resistencia, coordinación y flexibilidad de la musculatura implicada en el funcionamiento de la espalda, lo cual es especialmente importante entre quienes han sido operados, pues suelen perder forma muscular -bien debido a la propia intervención, bien por el reposo en cama, o bien como consecuencia del dolor sufrido antes de ser operados-.

Para prevenir el dolor de espalda, una persona sana puede hacer ejercicios específicos o distintos tipos de deporte o actividad física que permitirán reforzar la musculatura abdominal, lumbar y de las piernas. No obstante, siempre es conveniente consultar a un médico antes de iniciar cualquier programa de ejercicio físico o deporte y con la ayuda de fisioterapeutas, así como la de los técnicos, entrenadores CAFYD podremos establecer los programas de ejercicios más adecuados en cada caso.