En general, el eventual beneficio que puede aportar el corsé, con respecto a la posible reducción del ritmo de progresión de la curva, habitualmente no compensa el impacto físico y psíquico, ni las molestias que causa. No obstante, puede tener sentido planteárselo en casos específicos y durante unos períodos muy concretos; por ejemplo, en niñas que, durante el “estirón” coincidente con su pubertad y la aparición de las primeras menstruaciones, la curva escoliótica progresa muy rápidamente. Sin embargo, tanto los padres como los niños tienen que ser conscientes de que el corsé solo ha demostrado tener efecto si se lleva muchas horas al día, y es esencial hacer ejercicio intenso en las horas en las que no se lleve para evitar la atrofia muscular.
Teniendo en cuenta lo anterior, otro estudio (https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/31325626) ha demostrado que cuando los pacientes adolescentes que precisan aparatos ortopédicos -como el corsé- no los usan suficientemente se incrementa el fracaso del posible efecto de dicho material. El tratamiento ortopédico es el tratamiento no quirúrgico más común para la prevención de la progresión de la curva en la escoliosis idiopática del adolescente. El objetivo de dicho estudio fue identificar los principales factores de riesgo que significativamente reducen la tasa de éxito del tratamiento con aparatos ortopédicos. Se realizó una búsqueda en la literatura usando MEDLINE y Embase. Se identificaron 1.022 artículos, de los cuales 25 cumplieron los criterios de inclusión.
Los datos demuestran que los pacientes esqueléticamente inmaduros, con escoliosis de gran magnitud, que no cumplen con el uso del material ortopédico tienen un mayor riesgo de fracaso terapéutico.
Mario Gestoso
Director Médico